Divergencias en el desarrollo económico de México y China
En la última década, la influencia de China en el sistema internacional se presenta como resultado de su creciente poder económico y político. A su vez, el país asiático es uno de los principales países en atraer la atención de los medios de comunicación y de los académicos que buscan explicar la realidad internacional actual. Sin olvidar el progresivo aumento de turistas y de la ciudadanía mundial que encuentra fascinante la cultura que se práctica en el país oriental. No obstante, en los últimos años China se ha encontrado bajo los reflectores mundiales porque, después de recabar más evidencia científica sobre el deterioro ambiental y sus riesgos, la sociedad internacional le está demandando mayor compromiso ante los acuerdos mundiales del cambio climático.
Pese a ser la segunda economía más grande del mundo, el tercer Estado que más presupuesto destina al gasto militar o el cuarto país más visitado del planeta, la nación china no ha podido evitar adjudicarse el nada honroso primer lugar como el país que en la actualidad genera la mayor cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI). En este sentido, mientras que su eficiencia económica, su fortalecimiento militar, la afluencia turística y la cultura legendaria incrementan sus fortalezas nacionales y legitiman su influencia internacional, los problemas ambientales la colman de debilidades.
Si bien, desde la década de 1970 han surgido re- levantes estudios que muestran que China ya entonces presentaba problemas de contaminación, especialmente con el asunto del agua (Wang, 1989); el perjudicial detrimento no solo no se ha detenido, sino que ha empeora- do, forzando al gobierno chino, desde 2014, a declarar la guerra contra la contaminación con políticas y medidas más severas. Para nadie es un secreto que el territorio chino está viviendo la peor crisis ambiental de su historia, misma que está impactando negativamente no solo los re- cursos naturales endógenos y autóctonos, sino también a los bienes públicos mundiales, como el sistema climático.
En China, el costo de la contaminación va más allá de la molestia de vivir episodios de contingencia ambiental que obligan a modificar las actividades económicas y sociales en las principales ciudades del país, sino que la crisis ambiental está generando riesgos que recaen principalmente en la salud de la población, la estabilidad social y en costos económicos.
28 febrero, 2021 por Ana B. Cuevas Tello
